jueves, 8 de diciembre de 2011

VALOR ASOCIADO A LA EDUCACION

Cuando se habla de educación, es común asociar dicha palabra a aquello que ha pasado por un proceso de enseñanza y aprendizaje y generalmente se relaciona con los seres humanos.  Por ello, se dice que "la señora X es muy educada" o "el hijo del doctor Y ha sido muy bien educado" y todo esto seguramente refiriendose a los aspectos externos de comportamiento que muestran las personas en su relación con otras, en la que, por lo general se trata de dar la mejor impresión, especialmente si se trata de conseguir algo como, por ejemplo, un trabajo, una pareja, un crédito en un banco, etc. situaciones éstas en las que casi siempre las personas parecen ser "muy educadas".
No es el propósito de este escrito referirse a la educación formal, académica, escolar que se rige por patrones y normas específicas, según el nivel o contexto donde se lleve a cabo. Mas bien, procura acercarse al valor intrínseco que posee ese tipo de comportamiento que hace que se califique de bien o mal educado, a quien presenta ciertas características que, en mayor o menor medida, permiten identificar su nivel educativo, aunque se sabe que existen personas que jamás han entrado a un recinto escolar, ni leído un libro, incluso sin saber leer y escribir, presentan un comportamiento que deja ver un gran conocimiento y sabiduría, que nada tiene que ver con la educación formal.
En ese sentido, y observando el comportamiento general de gran cantidad de personas, no sólo jovenes y niños, que podrían tener cierta justificación por suponerse que están en proceso de maduración; sino gran cantidad de adultos de todas las edades y niveles socioeconómicos, cabe preguntarse ¿Qué pasó con la educación? ¿Quiénes fueron los responsables de la misma, en este tipo de personas?. Y se formulan las mismas en atención a los grandes cambios que ha sufrido la especie humana, aparejados con los que le han ocurrido al mundo y al planeta, que indudablemente, afectan a la misma, como un todo del cual forma parte en este macrosistema donde todo se mueve, llevándose consigo cada vez a mayor velocidad, todo lo que antes fué construido con tanta paciencia por los antiguos habitantes y creadores de la cultura humana.
Al respecto, no podría ya calificarse como bueno o malo, un estado de cosas, que simplemente han ido ocurriendo, ante la mirada tal vez cómplice de todos los colectivos que tienen responsabilidad directa o indirecta en tales hechos, y que ha logrado cambiar ese VALOR de fondo que tenía la educación, por otros "valores" que son los que están teniendo peso sobre la conducta de las personas, que prácticamente obliga a sumarse a la corriente a muchos, por el temor de quedarse fuera de las nuevas oportunidades que ofrecen los sistemas móviles y cambiantes de la actualidad, y dejar de lado todo aquello que signifique una atadura para avanzar, sin importar si contradice incluso aquellos principios que fueron inculcados en su niñez, o los principios de la organización a la que se pertenezca, o aquella filosofía de vida propia de un pueblo, cultura e incluso del país.
Ante este panorama que se presenta ante los ojos de todos, sólo queda, como lo están recomendando desde hace miles de años los grandes maestros de la humanidad, así como los pensadores y más recientemente los científicos, volverse hacia el interior de cada uno y hacer esta autoindagación para descubrir internamente al menos, cuál es la plataforma desde la que se va a interactuar con los demás y cómo va cada individuo a afectar de una u otra forma todo lo que le rodea, es decir, llegó la hora de la RESPONSABILIDAD, uno de los mayores valores que nunca pasará de moda.